Preparando un biberón.

Hace un tiempo recibimos un email de una compañera del colegio que acababa de ser mamá. La verdad es que no sabía nada de ella desde casi cuando dejamos el colegio y me alegró mucho tener noticias suyas, ¡y más cuando son buenas noticias!

La duda de Mónica era sobre los biberones, al principio había comenzado con lactancia materna, pero al poco tiempo había abandonado porque su bebé no ganaba el peso suficiente (incluso había perdido peso). Entonces se pasó al mundo biberón y ahí empezaron sus dudas, porque para mí sin lugar a dudas en un mundo mucho más complicado: biberones, tetinas, leche, agua, esterilizar, etc ...

La primera duda que le surgió fue ¿cómo preparar los biberones? (tengo que reconocer que a la mamá dentista también le surgió la misma duda en su momento). Y es que el pediatra te dice, por ejemplo, que le prepares biberones de 120 ml, pero ¿cuándo son los 120 ml de agua o una vez puestos los cacitos de la leche en polvo? Porque tras ponerle los cacitos de la leche en polvo la cantidad de leche aumenta.

Realmente lo que se mide son las calorías y nutrientes en 100 ml de leche preparada, es decir en leche ya mezclada. 

Para empezar tenemos que tener los biberones esterilizados y con la cantidad de agua necesaria: Siempre hay que seguir las proporciones de 30 ml de agua por cada cacito de leche. Así que, siempre hablamos de múltiplos de 30 aunque luego sea un poco más, seguro que tu pediatra quiere decir 120 ml de agua y luego hasta donde suba.

PASO A PASO DE CÓMO PREPARAR UN BIBERÓN:

1. Yo cuando voy ESTERILIZANDO los biberones en el esterilizador y a la vez HIERVO EL AGUA (en Madrid tenemos la suerte de que el agua es estupenda, pero sino utilizad agua mineral baja en sodio, esta última sin hervir). Yo suelo utilizar Bezoya en los viajes y salidas. 

• En un recipiente limpio (yo utilicé uno nuevo exclusivamente para eso) ponemos agua en el fuego.

• Esperamos a que llegue a ebullición.

• Una vez empiezan a salir burbujitas esperamos 3 minutos de reloj y retiramos el agua del fuego (no más para evitar que aumente la concentración de sales minerales).

2. MONTAMOS LOS BIBERONES con las pinzas y las manos limpias.

3. LLENAMOS DE AGUA LOS BIBERONES ¡CUIDADO QUEMA! Lleno los biberones con el agua caliente todavía, por eso dejo un poco más de agua de la necesaria para evitar quedarme corta si se evapora en exceso.

4. CERRAMOS EL BIBERÓN Y ALMACENAMOS (puedes utilizar esos biberones durante las 24 horas siguientes, no más). 

Cuando necesites el biberón: calienta el agua es mejor calentarlo en calienta-biberones cuando son recién nacidos sobretodo.

• Ajusta la cantidad de agua necesaria para su toma (1 cacito de leche por cada 30ml de agua) echa la leche en polvo y luego agita bien el biberón teniendo cuidado de que no tenga grumos que obstruyan la tetina (esto es más difícil cuando incorporamos los cereales... a mí me da la impresión de que cuanto más caliente está el agua más grumos salen). 

• Comprobad la temperatura de la leche en el dorso de la mano con un par de gotitas.... Coged el babero, gasita para quitar los gases... Preparados, listos....¡YA!

A mi amiga le daba la impresión de que su peque se quedaba con hambre con los 120 ml de leche, pero no le aumentes a 150 ml de agua (aunque te parezca que se queda con hambre). En el hospital si somos estrictos con los volumenes de leche en niños con patologías, pero en casa un poco menos. Además ni interesa una ganancia muy rápida de peso en los primeros años de vida, aunque se quede con un poco de hambre no pasa nada. Puedes pesarla de vez en cuando cada dos semanas para ver cómo va de peso.

Y a vosotras... ¿os ha servido este post? Esperamos vuestras dudas y consultas por email: mamapediatraymas@gmail.com