18 junio 2013

Convulsiones febriles.

Las convulsiones febriles son respuestas del cerebro ante la fiebre, que se produce en algunos niños sanos, de entre 6 meses y 5 años de edad. Casi siempre ocurren en las primeras 24 horas del proceso febril, en ocasiones todavía no sabemos cuál es el origen de la fiebre.



Cualquier infección banal (catarro, anginas, gastroenteritis) que curse con fiebre puede provocar una convulsión febril, y no depende del grado de la fiebre, en ocasiones coincide más con ascensos o descensos bruscos de temperatura.

¿Qué es un crisis convulsiva febril? 

Se trata de una pérdida brusca de conciencia, con rigidez de todo el cuerpo y después sacudidas generalizadas de brazos y piernas (crisis tónico clónica) o quedarse sin tono (crisis hipotónica).
Suele cambiar de color, ponerse morado, o sólo la boca. La mirada está perdida y la boca cerrada con fuerza. Puede haber relajación de esfínteres. Generalmente dura menos de 5 minutos, que se hacen eternos, y después el niño entra en un período de somnolencia que se llama período post-crítico.

¿Qué debemos hacer?

♥   Debe intentar mantener la calma.
♥   Colocar al niño tumbado de lado, sobre un costado, en posición de seguridad.
♥   No debe introducirse nada en la boca (nada de kleenex, los dedos de los padres…)
♥   No debe hacerse la respiración artificial.
♥   Si no le ha dado ninguna medicina para la fiebre en las últimas 2 horas le puede poner un supositorio de paracetamol, lo que le corresponda según su peso, y llevarlo al hospital o centro de salud más cercano.


     Debe consultar de nuevo en urgencias:
          - Si se repite la convulsión.
          - Si el niño está adormilado, decaído o muy irritable.
          - Si se queja de dolor de cabeza intenso y/o tiene vómitos.


¿ Y después de las convulsiones febriles ? 

♥ Es un proceso dramático y espectacular, pero las convulsiones febriles tienen buen pronóstico, no dejan secuelas y después de la crisis el niño será el mismo que antes. 
♥ Son frecuentes (3-5% de los niños). Además después del primer episodio, 1 de cada 3 niños volverá a tener otro. Sin embargo, ello no significa que vayan a tener problemas posteriormente. Algunos niños tienen más posibilidades de repetir la crisis, sobre todo los que tienen su primera crisis con menos de un año y los que tienen antecedentes familiares de crisis febriles.
No hay inconveniente para que reciban las vacunas habituales del calendario, pero debe ser comunicado a su pediatra por si éste no lo considera indicado. 
♥ Los niños con convulsiones febriles no necesitan un tratamiento para la fiebre diferente al de los demás niños, deben utilizarse los antitérmicos habituales y a las dosis habituales que le recomiende su pediatra. En la mayoría de los casos no se precisa ningún estudio ni tratamiento especial. El tratamiento para prevenir las crisis es muy controvertido, no se recomienda a largo plazo y sólo algunos médicos lo aconsejan en situaciones especiales.
Puede tranquilizar a los padres el tener medicación (diazepam) en casa, que debe recetar el pediatra, para administración rectal en caso de crisis.

¿Alguna habéis tenido crisis convulsivas en casa? ¡Nosotras sí y sabemos lo que agobia! ¿Qué hicistéis?


Para más información:  www.seup.es , www.aeped.es/protocoloswww.enfamilia.aeped.es

La información ofrecida no debe sustituir a la de su pediatra, quien según cada caso particular puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí indicadas.

05 junio 2013

Cosas necesarias para el bebé: La hora del Baño.

¡Me encanta, me rechifla este momento! Creo que nunca olvidaré el primer baño en casa de cada uno de mis hijos... ¡Espero no olvidarlo, porque ahora mismo pensándolo se me pone el vello de punta y se me llenan los ojos de lagrimitas nostálgicas!

Aunque tengo que reconocer que más tranquilo y para recordar los de el segundo y el tercero... Ya se sabe que la experiencia es un grado. Los bebés en el agua se relajan porque dicen que les recuerda al líquido amniótico.

Cosas imprescindibles para el baño:


  • Bañera: las que nos seguís desde hace tiempo sabéis que tenemos un post específico sobre ellas que podéis consultar aquí.
  • Soporte para el baño de tela blanca de Mothercare (depende de la bañera que tengas). Cuando son pequeños permite bañarlos una sola persona. Son como de tela de toalla y conviene mojarlo antes de meter al bebé para que no se sorprenda con el agua.

  •  Toallas 2-3 o capas de baño. Recuerda tenerla cerca de la bañera para que sea alargar el brazo y cogerlas enseguida. Nosotras utilizamos una para sacarle de la bañera y sobre el cambiador colocamos una seca para que durante el cambio de ropa o este tan húmedo. Estas tan monas son de Mis Cosas de bebé, Lourdes es un encanto y os atenderá genial.
  • Esponjas: una natural para el culete y otra suave yo la uso de Mothercare redonda para carita, manos y cuerpo).
  • Jabón de farmacia ya sabéis que nos gusta mucho Mustela, como queda demostrado en nuestro x4.
  • Crema de cuerpo hidratante: solemos confiar en la de Mustela o de BABE. Cuando vas a aplicarla suele estar muy fría y el bebé se sorprende... Probad a poneros un poco en la palma de las manos y frotarlas para calentarlo un poco antes de que entre en contacto con el bebé. Podéis aprovechar para hacer movimientos suaves por la tripita, piernas y espalda como si estuviérais masajeando a vuestro bebé.
  • Crema para el culete: Bepanthol, Mustela o DermoH para prevenir y si están muy irritados Mytosil. Tenemos pendiente una entrada de dermatitis de pañal que pronto publicaremos.
  • Pañales de DODOT (no te líes con otras marcas)... ¡para nosotras son los mejores!
  • Toallitas de Mercadona Deliplus (mejores que las de Dodot porque no tienen alcohol y son más grandes, no irritan nada, desde recién nacido). Una amiga me comentó hace un tiempo que las de Aloe Vera son aún mejores, ¡pero como somos familia numerosa hay que ahorrar en algo!
  • Palangana pequeña para lavarles el culete cuando hacen caca (siempre retirar primero la caca con la toallita y después enjuagar con la esponja empapada en agua con un poquito de jabón y luego aclarar). En Mothercare tienen unas palanganas que tienen dos partes, para poderles aclarar.
  • Set aseo: tijeras para las uñas, limas, peine, cepillo, termómetro. No hace falta termómetro para el agua, es más útil probarla siempre con la mano, y el termómetro de agua ya he visto varios niños que se han tragado lo que tienen dentro, que es como petróleo.
Y vosotras... ¿añadiríais algo más?


04 junio 2013

¿Es mi hijo celíaco? La enfermedad celíaca.

¿Qué es la enfermedad celíaca?

Es una intolerancia a las proteínas del gluten que provoca una inflamación severa del intestino delgado superior, que hace que la utilización de nutrientes en el tracto digestivo sea deficiente.
Esta intolerancia se mantiene toda la vida, y se presenta en sujetos genéticamente predispuestos a padecerla. Un régimen estricto sin gluten conduce a la desaparición de los síntomas y a la normalización de la mucosa intestinal. 


Sintomatología:

La sintomatología clásica es la diarrea, vómitos, cambios de carácter (apatía, introversión, tristeza), falta de apetito, retraso en el crecimiento, pérdida de peso. Los síntomas intestinales y el retraso del crecimiento son frecuentes en los niños diagnosticados en los primeros años de vida.

También puede mantenerse silente, sin dar sintomatología y dificultando el diagnóstico. Si la enfermedad evoluciona sin tratamiento, pueden aparecer formas graves (crisis celíaca) con hemorragias digestivas o cutáneas (por falta de vitamina K), tetania hipocalcémica, edemas por hipoalbuminemia. La malignización es la complicación potencial más grave, no muy frecuente, determinada por la presencia mantenida de gluten en la dieta, incluso en pequeñas cantidades. 


¿Cómo lo diagnosticará el pediatra?

  • Mediante un examen clínico cuidadoso.
  • Analítica de sangre, que incluya los anticuerpos: antigliadina, antireticulina, antiendomisio, antitransglutaminasa tisular. Actualmente se utilizan los anticuerpos antitransglutaminasa como método inicial de diagnóstico en niños mayores de 2 años con sospecha de enfermedad celíaca.
  • Habitualmente para el diagnóstico se requería una biopsia intestinal. Estas biopsias se toman con un endoscopio, obteniendo una muestra de mucosa intestinal. Actualmente los criterios han cambiado un poco, y si se cumplen algunos criterios, que deben ser evaluados por el Gastroenterólogo pediátrico, no es necesaria la biopsia. 

¿Cuál es el tratamiento?

Una dieta estricta sin gluten para toda la vida es fundamental, en pacientes sintomáticos y en los asintomáticos.  
  • La dieta debe excluir todos los productos que contienen cebada, centeno, avena y trigo.
  • Basando la dieta en alimentos naturales: legumbres, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, hortalizas y cereales sin gluten: arroz y maíz. 
  • Deben evitarse los alimentos elaborados y/o envasados, ya que en estos es más difícil garantizar la ausencia de gluten. Codex Alimentario establece como límites máximos de contenido en gluten para que un producto sea considerado sin gluten de 20 ppm (para los alimentos naturalmente exentos de gluten) y de 200 ppm (para los alimentos elaborados con almidón de trigo). 

Las asociaciones de celíacos son de gran ayuda, porque tienen listados de todos los productos que pueden consumirse y los que no, puedes consultar aquí http://celiacos.org/ 



Tras la exclusión del gluten de la dieta la recuperación del intestino completa no es inmediata, en adultos suele tardar 2 años y en niños 1 año. Por ello puede ser necesario excluir la lactosa de la dieta, porque la lactasa de la pared intestinal está disminuida.


¿Qué influye en la aparición?

  • El momento de introducir cereales con gluten en la alimentación complementaria de los bebés es uno de los factores que influyen en la aparición de la enfermedad celiaca. Nunca debe hacerse antes de los 4 meses de edad, pero tampoco es recomendable hacerlo más allá de los 7 meses. Además, no es conveniente dar mucha cantidad desde el principio, sino introducirlos poco a poco. 
  • La lactancia materna también tiene un efecto protector, mayor cuanto más prolongada sea. Lo ideal es que el bebé todavía reciba lactancia materna mientras se comienza a introducir el gluten en la dieta, por lo que los lactantes amamantados pueden comenzar a recibir gluten en pequeñas cantidades desde el inicio de la alimentación complementaria, hacia los 6 meses de edad. 
  • La predisposición genética viene determinada por la positividad en los genes HLA relacionados son los HLA DQ2 y DQ8. ¡Ah! Y es conveniente estudiar también a padres y hermanos aunque no tengan síntomas. 

Fuente principal I. Polanco y C. Ribes de Asociación Española de Pediatría.

David Pérez Solís. En familia.aeped.es



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